La hora de expiación, que el gobierno del encuentro decretó “uso progresivo de la fuerza” o “fuerza letal”, contra quienes enfrentan una realidad distópica y adversa en condiciones de pobreza y otras vulnerabilidades, prefiero ostentar decir, que votar es abdicar, es elegirse un amo y darse un amo es más vil que soportarlo; estos últimos días se vivió una catarsis, como método de control artificial a la población, el fin justifica los medios, pero la política es al arte de engañar, Presidencia emitió el Boletín Oficial 561, titulado “La capital de los ecuatorianos marcha por la Paz”, El Gobierno Nacional respalda esta iniciativa y se suma a esta causa”. Restando decir “Benditos sean los nuevos padres de la patria, una nación que renace”. Que Dios bendiga al Ecuador.
El deterioro sostenido de condiciones de vida, falta de trabajo adecuado y la remuneración digna, inseguridad personal, falta de servicios de calidad y gratuitos, crisis de educación pública y el sistema de salud, el alto costo de alimentos y servicios básicos; las políticas públicas impulsoras de un extractivismo agresivo y depredador, la vulneración a los derechos de los pueblos indígenas en firme, entre otras situaciones de violencia estatal son los principales reclamos de la sociedad. Estos reclamos han sido minimizados y desacreditados por el discurso oficial de un gobierno que afirma que “La unidad de todos los demócratas debe prevalecer, a todos los ciudadanos que solo quieren trabajar, volver a la normalidad, vamos a seguir protegiéndolos, vamos a recuperar la paz para el Ecuador”.
Una versión previa del decreto, que contenía la firma presidencial, incluía disposiciones preocupantes que autorizaban el uso de “fuerza letal” (Artículo 11) por las fuerzas de seguridad y la limitación del derecho a la información (Artículo 9), suspendiendo “servicios de telecomunicaciones fijas, móviles y de internet” y restringiendo la difusión de “información clasificada, reservada o de circulación restringida a través de los medios de comunicación social, redes sociales y contenido comunicacional”. Pero como dice la ciudadanía “señor mandatario, como le hace para vivir sin pensar”. Para venir a mentir al pueblo con un comunicado estatal argumentando que se trataba solo de un borrador emitiendo una nueva disposiciones sin estas líneas antes mencionadas.
Una purga o más precisamente, purga política, en el uso de las ciencias sociales, es la remoción de personas consideradas peligrosas o indeseables por parte de los líderes de un gobierno u otra organización política o religiosa.
¿Qué significa purga en cuestión política? Las purgas pueden ser una mera separación del cargo sin ulteriores consecuencias, o más comúnmente la exoneración seguida por la inhabilitación para ejercer otros cargos, la prisión, el exilio o incluso la pena de muerte con o sin juicio; pero ¿Cuál es el significado de purga? Es una expulsión o eliminación de funcionarios, empleados, miembros de una organización, etc., que se decreta por motivos políticos, y que puede ir seguida de sanciones más graves. La palabra purga se ha extendido al contexto de la política y en este sentido se habla de purga política para explicar la eliminación física o la destitución de aquellos responsables políticos que son acusados de traidores a la patria y a los intereses de la nación.
Quien promueve un proceso de purga política es normalmente un dictador, el cual pone en marcha una campaña sistemática para eliminar cualquier oposición interna que ponga en riesgo su poder absoluto, cobijado bajo la mentira oficial, “Vamos a recuperar la paz para el Ecuador”. Aunque lo cierto es que el país es una distopía manifestada por un derecho constitucional Art. 326 que versa que el derecho al trabajo se sustenta en un principio fundamental que reza el numeral #14 se reconocerá el derecho de las personas trabajadoras y sus organizaciones sindicales a la huelga, ahora combatida por una purga política, por el uso progresivo de la fuerza, incluido el asesinato, que se legalizó por medio de un decreto, que quiere decir precisamente es la remoción de personas consideradas peligrosas o indeseables por parte del líder del gobierno del encuentro.
Que un Gobierno Democrático del encuentro (totalitario) elimine a sus enemigos es una práctica habitual y que forma parte de la lógica de todas las dictaduras. Sin embargo, la purga política tiene una singularidad: no se trata de eliminar o encarcelar a los enemigos sino a los propios miembros del partido en el poder. Este fenómeno ocurrió de manera muy llamativa en la etapa en la que Stalin gobernó la Unión Soviética, así como en otros regímenes comunistas.
Las purgas stalinistas fueron especialmente intensas entre 1936 y 1940. Durante este periodo se puso en marcha una persecución sistemática contra altos dirigentes políticos. En su mayoría los perseguidos fueron torturados y asesinados o bien acabaron en los gulags o conjuntos de centros penitenciarios, campos de concentración dispersos por todo el territorio. Las víctimas de este proceso de "limpieza" recibían todo tipo de acusaciones y la mayoría de ellas falsas o sin fundamento (se les acusaba de espías al servicio de potencias extranjeras, de enemigos del pueblo o de contrarrevolucionarios).
No obstante, este supuesto “orden” del gobierno del encuentro está basado en el interés del poder corporativo transnacional y extractivista. Las élites económicas y la banca han pujado por la privatización estatal vía la desinstitucionalización y reducción del Estado, que se asume y se muestra incapaz de cumplir con la obligación de garantizar, inclusive, los mínimos de dignidad en cuanto a derechos económicos, sociales, culturales y ambientales y hacer efectivo el respeto de los derechos de la naturaleza.
El Gobierno Central y la Fuerza Pública deben garantizar de manera efectiva el derecho a la protesta pacífica, consagrado en la Constitución de República; y, el cese inmediato de estigmatización y represión con acciones de criminalización contra el colectivo de personas movilizadas en resistencia.
El Gobierno Nacional debe generar respuestas integrales frente a las demandas planteadas por el movimiento indígena, así como diversos sectores de trabajadores, campesinos, maestros, estudiantes y ecologistas.
La Asamblea Nacional, debe realizar una inmediata fiscalización de las acciones del Ministerio del Interior y de Defensa.
La Fiscalía General del Estado, debe instruir una investigación seria de los abusos cometidos por parte del Estado Ecuatoriano.
Para finalizar el presidente de la Asamblea Nacional de Ecuador, convocó a los asambleístas el sábado 25 de junio a las 6:00 p.m. (hora local) para “conocer y resolver acerca de la destitución del presidente constitucional de la República”, según dio a conocer la secretaría general en la tarde del viernes. Esto ocurre “con base en la petición de al menos la tercera parte de los miembros de la Asamblea Nacional”, solicitud formalmente hecha el 24 de junio. Pero aquí está el eslabón perdido, para una posible destitución, la Asamblea necesitaría un total de 91 votos, que significa una mayoría calificada. Situación que nos ubica en desventaja como dijo Maquiavelo la política es el arte de engañar, la presidencia aseguró los votos antes de llamar a sesión para conocer y resolver acerca de la destitución del presidente constitucional de la República, como he dicho los partidos políticos serán comprados más claro los Asambleístas se venderán a la postura gubernamental y traicionaran al pueblo ecuatoriano así como el mencionado Judas Iscariote en la biblia, diciendo de palabras para fuera que dejan su cargo disposición del pueblo cuando se debe renunciar de manera directa, el único perjudicado la ciudadanía en general y todo el sufrimiento del pueblo convocado a las calles quedará en la impunidad con las diez razones de un petitorio sin respuesta y por demás burlado.
En buena lid el Presidente debe renunciar por cuenta propia o su vez, ser destituido por el poder popular y legal.
Después de analizar este artículo tengo la certeza de aceptar la Presidencia de la República para dar soluciones a este tipo de conflictos sociales.
Me despido con una pildorita, de las frases del pueblo ecuatoriano que se escuchó en las calles “Lazo payazo eres un fracaso, con el pueblo te metiste Lazo te jodiste, el agua se defiende el agua no se vende, fuera Lazo fuera…”
Continuará…
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