INTRODUCCIÓN
En nuestra época, es innegable no tomar el Cooperativismo como eje central de las relaciones económicas y sociales de los seres humanos. Ya, desde remotos tiempos, la idea de asociarse anduvo de la mano de dos fines:
La Competencia; y,
La Cooperación.
Por un lado, la Competencia entre seres humanos por la justiciabilidad del poder ha sido más una realidad palpable a la vista de todos; por otro lado, la Cooperación ha sido embancada a un segundo plano, que no saca a esplendor la capacidad de los seres humanos para trabajar en equipo más allá del bien común de cada uno. Para Adam Smith, Padre de la Economía Liberalista nos afirma que: “… la ambición individual sirve siempre al bien común”; pero si se recae en una individualidad del bien común se estaría afirmando entonces que, cada individuo de cada sociedad sirve a la sociedad sirviéndose a sí mismo y es por tal razón la dinámica de los gobiernos en su gobernabilidad fracasan; sin embargo, esta afirmación no llega a satisfacer a todos los individuos de la sociedad, siendo entonces lo ideal que, cada individuo que habita en sociedad, como sujeto y fin, vele por sus propios intereses pero también se preocupe por los intereses de las personas que lo rodean. Es ahí, cuando el Cooperativismo toma fuerza y sería inexcusable no profundizar sobre los temas que equiparan el status económico y la dinámica de los gobiernos.
La Constitución de la República del Ecuador del 2008, expone de manera literal el derecho irrenunciable del ser humano a asociarse, reunirse y manifestarse en forma libre y voluntaria (Artículo 66.- num 13). Es imperante entonces, comprender la necesidad de la asociación, cumplir con la cooperación de los integrantes en un medio económico y social propicio para alcanzar los objetivos que el Estado se propone. Comprendiendo la Carta Magna en su integralidad debemos conocer que los sistemas económicos públicos, privados, mixtos y de economía popular y solidaria serán importantes para propender una verdadera relación dinámica y equilibrada entre sociedad, Estado y mercado.
El presente trabajo investigativo tiene como contenido fundamental el estudio del cooperativismo en el Ecuador desde el sistema económico popular y solidario, haciendo hincapié en las categorías trascendentales del cooperativismo en la actualidad y recorriendo la historia desde una manera global hasta el ámbito nacional; implantando siempre los ideales de justicia, equidad y solidaridad como requisito sine qua non para convivir en sociedad rompiendo los viejos esquemas liberales que rigen la economía de las regiones.
DEFINICIÓN DE COOPERATIVISMO
El Cooperativismo debe analizarse en su contexto histórico, social, cultural. Lo que fue correcto ayer puede transformarse, adaptarse, a hoy, y esa es la capacidad que ha mostrado el mismo. Vale la pena estudiar lo positivo y lo negativo del presente para desarrollar el futuro. Los fundamentos teóricos y metodológicos del cooperativismo y su inserción en la dinámica de la economía mundial ha sido una de las cuestiones principales tratadas por las Ciencias Económicas y Sociales que trasciende hasta nuestros días.
Según el Diccionario de Ciencias Jurídicas, Políticas y Sociales de Manuel Ossorio manifiesta acerca del Cooperativismo como: “…La tendencia o doctrina favorable a la cooperación en el orden económico y social, que tiene su manifestación en el acercamiento de las personas o de grupos de ellas para la realización de su ayuda recíproca en el cumplimiento y obtención de determinadas finalidades.
El cooperativismo alcanza tales fines mediante la formación de sociedades cooperativas o de organismos mutuales, representativos de una forma de cooperativismo. Las cooperativas más corrientes son las llamadas de producción y de consumo, según que tengan como objeto producir mercaderías para venderlas a los cooperadores a más bajo precio o adquirir mercaderías para el consumo de los cooperadores, también a menor precio. Son también corrientes las cooperativas para la construcción, generalmente para la propiedad horizontal; pero éstas han quedado en algunos países, como la Argentina, bastante desacreditadas por haber desvirtuado sus verdaderos fines.
Por otro lado, el término cooperativismo permite designar a aquel movimiento social, doctrina, que propone, promueve, la cooperación de sus seguidores o integrantes a nivel social y económico para de esta manera conducir a quienes producen a lo que logren un beneficio considerando a la hora de la satisfacción de sus necesidades. Cabe destacar que esos productores o consumidores se encuentran mancomunados en asociaciones conocidas popularmente como cooperativas. El cooperativismo puede aparecer denominado como movimiento cooperativo.
El cooperativismo, es en mi concepción y sobre la experiencia histórica del mismo una alternativa adecuada para Latinoamérica, pues los hombres, mujeres y sus familias, que en general no tienen otros medios, pueden por medio del mismo, desenvolverse, satisfacer y atender sus necesidades económicas y sociales y desarrollarse en el ámbito de la comunidad en que se insertan; lo cual habrá́ de seguir siendo, como en su origen histórico, la razón causal de su existencia.
EL COOPERATIVISMO EN EL MUNDO
A lo largo de este año hemos estado conociendo los aspectos más importantes en la vida de la cooperativa La Esperanza, entidad solidaria formada por una comunidad de vecinos interesados en mejorar su situación económica y social. Con este fin crearon la cooperativa que se encargaría, a través de un supermercado para la comunidad, de ofrecer productos y servicios en condiciones más ventajosas y con los retornos para la misma comunidad.
Pero esta comunidad no es la única, en todo el mundo, millones de personas organizan, participan y realizan sus actividades comerciales o profesionales a través de las cooperativas.
Algunos datos de la Alianza Cooperativa Internacional publicados en su página web revelan la magnitud del movimiento cooperativo en todo el mundo.
En Uruguay, las cooperativas producen el 3% del PIB. El 90% de la leche, el 34% de la miel y el 30% del trigo. El 60% de su producción se exporta a más de 40 países (2011).
En Bolivia hay más de 1600 cooperativas, y generan más de 32 000 empleos directos y más de 128 000 empleos indirectos (2008).
En los Estados Unidos, las cooperativas eléctricas rurales tienen más de 42 millones de usuarios en 47 estados, lo que representa el 42% de las líneas eléctricas del país (2010).
En Brasil, las cooperativas producen un 37,2% del PIB agrícola y el 5,4% del PIB global (2009).
Hay 8600 cooperativas en Colombia con 5,5 millones de asociados. Es decir, que 1 de cada 8 colombianos es cooperativista (2011).
Las cooperativas de ahorro y crédito de Ecuador tienen activos por casi USD 2500 millones, lo que representa una participación del 9,12% en el total del sistema financiero nacional (2010).
En Argentina unas 13 000 cooperativas registradas reúnen a casi 9 400 000 socios y dan empleo directo a más de 265 000 personas (2008).
Las cooperativas de ahorro y crédito del Paraguay poseen activos por más de USD 2100 millones, lo que representa casi un 17% del total del sistema financiero nacional (2010).
En la India, los miembros de cooperativas superan los 240 millones de personas.
En Japón, 1 de cada 3 familias es cooperativista.
Solo en Europa los bancos cooperativos emplean a más de 700 000 personas.
En Francia, 21 000 cooperativas dan empleo a más de 700 000 personas.
“A nivel mundial las cooperativas cuentan con casi 1000 millones de socios y generan 100 millones de empleos, un 20% más que las firmas multinacionales.” (2012)
Las cooperativas son empresas exitosas en el Paraguay y todo el mundo. Constituyen una respuesta solidaria a las necesidades económicas de las personas de todas las situaciones socioeconómicas y un factor importantísimo para el mejoramiento de las condiciones de vida de toda la población.
BREVE RESEÑA HISTÓRICA DEL COOPERATIVISMO EN EL ECUADOR
El cooperativismo en el Ecuador es importante porque surge como una iniciativa que engloba a amplios sectores sociales, como las organizaciones gremiales de trabajadores obreros, pequeños comerciantes, empleados urbanos, transportistas, pequeños propietarios agrícolas, miembros del magisterio, policías y militares, que demandaban recursos de previsión social, productivos, de servicios y de consumo.
En esta perspectiva, el objetivo de la investigación fue construir una memoria histórica que cuente la forma en que se constituye este actor social, por intermedio de la narración de los principales acontecimientos de la evolución del sistema cooperativo en un siglo de historia, incluyendo los años recientes. El estudio pretendió desenvolverse en un marco analítico de la temporalidad que incorpore el contexto de la historia económica en la narración de los diversos eventos. Aunque en un inicio se disponía representar más una crónica histórica terminó por adquirir un nivel más de investigación del objeto de estudio, a pesar de la dispersión y escasa información existente sobre el tema.
Un antecedente relevante de los años cuarenta es la constitución en 1942 de 42 cooperativas arroceras, organizadas por el Banco Hipotecario (actual Banco Nacional de Fomento), con 1.700 precaristas asociados y un capital de un millón de sucres.
Desarrollo cooperativista que aprovecha la gran demanda norteamericana del producto en el contexto de la Segunda Guerra Mundial. Un funcionario “adelantado” del cooperativismo, que auspició o fundó estas cooperativas, aunque de vida efímera, fue el futuro Presidente Interino, Clemente Yerovi Indaburu (1966).
Para 1948, la mayor parte eran cooperativas mixtas, agrícolas y de crédito. Disponían de una caja para enfrentar la actividad proveniente de la agricultura y otra con fines mutualistas. La mayor parte de entidades de cooperación estaban ubicadas en la Costa (68,3%), que sumaban 145 cooperativas de las 212 del total nacional. La provincia del Guayas disponía del 55.1% del número total. En la Sierra, Pichincha tenía la mayor parte, con el 20.2% del total nacional y el 65.1% regional.
Lo que demuestra que el desarrollo cooperativo era fundamentalmente costeño y agrícola. En esos años 50 se consideraba que existía ignorancia en el medio nacional acerca del funcionamiento de las cooperativas, lo que unido a la buena fe del ecuatoriano fue “origen de abusos lamentables por parte de individuos inescrupulosos, abusos que han causado grandes pérdidas y una discriminación injustificada del cooperativismo”.
A pesar de los problemas anotados, el desarrollo cooperativo del Ecuador fue relevante en el campo de la vivienda. El Estado, por intermedio del Instituto Nacional de la Vivienda, definió al sistema cooperativo como el mecanismo efectivo de movilización de recursos humanos, financieros y materiales para atacar el problema de la carestía de vivienda, agravado por el terremoto de Ambato (1949).
Así es como en los años 50, de 1953 a 1963, varios grupos sociales fundaron cooperativas de vivienda a escala nacional. Hasta 1960 funcionaban en el Ecuador 14 cooperativas con mil socios mediante la acción económica y social del Instituto Nacional de Vivienda; ya para la primera mitad de los años sesenta, existían con personería jurídica 88 cooperativas de vivienda con más de 7 mil miembros.
Se utilizó la figura de la cooperación en agrupaciones familiares y políticas. En este último caso eran caciques locales que administraban políticamente las cooperativas desde la gerencia general e impulsaban el movimiento de forma local. Las cooperativas de vivienda alcanzaban a la compra de terrenos, organización de urbanizaciones y distribución de lotes; la construcción de viviendas ya constituía un tema individual para los socios.
Algo similar ocurría con las cooperativas de servicio de transporte: conseguía la personería jurídica pero las unidades eran individuales y los socios no lograban conformar la “caja común”.
A fines de los años 50, la posición de la Iglesia frente al tema cooperativo adopta una posición de mayor impulso a la promoción de la organización de cooperativas. Que se convertirá en un factor significativo para el proceso que se desatará en los años 60. El fuerte apoyo de la jerarquía católica hacia el movimiento cooperativo se posiciona en 1958, intervención que no deja de ser parte de las disputas por el predominio político y social de la época. En este año se celebra el primer seminario nacional sobre cooperativas para el clero ecuatoriano, en combinación con la intervención de actores importantes, nacionales e internacionales. En el campo de la promoción “el cura y el profesor se convertirán en los líderes de la promoción cooperativa, de ahí que el santoral será la fuente de nombres de las nuevas organizaciones. Para los profesores, pagados tarde y mal, el crédito cooperativo se constituirá en la base de su sobrevivencia.” Sin embargo, será el sacerdote del pueblo el que abra las puertas de la comunidad a los promotores del cooperativismo en un escenario social de recelo y suspicacia.
“En el Ecuador, el crecimiento numérico cooperativista en el período de 1937 a 1963 fue muy destacado: de cinco cooperativas inscritas, hasta 1937, alcanza a 881 en 1963.”
No obstante, esto no significa que existió una plena absorción de la doctrina cooperativista internacional. El elevado número de cooperativas inscritas representa el protagonismo de un proceso que ilustra la importancia de una vía de acceso al reconocimiento estatal y a los recursos, como la tierra y la vivienda para un importante sector social, pero que no logra consolidar el esquema asociativo y solidario en el tiempo de manera amplia y global.
La doctrina cooperativista no tuvo arraigo en el medio ecuatoriano y fue adaptada al medio cultural nacional que privilegiaba un esquema individual y de aprovechamiento de las facilidades jurídicas de la Ley. A pesar del desarrollo del cooperativismo en los años 50 se registró una influencia limitada de la doctrina cooperativa internacional, en términos de la existencia de una amplia difusión, concientización, asimilación y práctica de los principios asociativos, a pesar de que los organismos internacionales progresivamente incrementaban su accionar en este campo.
VALORES DEL COOPERATIVISMO
En 1988, en el Congreso de Estocolmo por primera vez se presenta la noción de valor y su integración en el cooperativismo como pautas inspiradoras de los principios, quien los introdujo fue Lars Marcus quien establecería el término valor y el contenido esencial de estos valores como fuente inspiradora de los principios cooperativos.
Es decir un fruto de este congreso fue que los principios cooperativos cobraran un poco más de sentido y por lo tanto los fines de las políticas cooperativistas sean cumplidas más fielmente, sin embargo aunque acababan de surgir su desarrollo se estancó casi enseguida, hasta cuatro años después en 1992, cuando se llevó a cabo el Congreso de Tokio, bajo el informe elaborado por Sven Ake Böök, donde claramente se van a formular los valores que van a impregnar los principios cooperativos, que posteriormente en 1995 serán reformulados y desarrollados, en esta ocasión tomando en cuenta aspectos importantes como la transformación del mercado y la adaptación que debe realizar el sistema cooperativista, dado que el mercado tiende cada vez más a la globalización y a ser más interdependiente, para adaptarse el nuevo sistema la solidaridad global como denominador común entre el resto de valores.
En su informe se centra en tres puntos básicos que son:
Dar viabilidad a los tradicionales valores cooperativos.
Establecer valores globales para el futuro.
Dar directrices a cerca de los principios establecidos.
Establece tres especies de valores fundamentales, identificando ideas básicas, ética básica y principios básicos, y nos señala también la necesidad de que las personas que quieran implicarse en el cooperativismo deberán intentar obedecer a los siguientes valores individuales: Igualdad, democracia, equidad,
Así mismo establece una serie de valores globales relativos y aplicables a todas las cooperativas y éstos son:
Asociación de personas.
Promoción eficiente de los miembros.
Autonomía e independencia.
Identidad y unidad.
Educación.
Distribución justa de los beneficios- equidad.
Cooperación nacional e internacional.
Pero no sólo establece esta serie de valores sino que busca la unión de estos valores individuales con los globales, para que las cooperativas en el desarrollo de sus actividades económicas satisfagan las necesidades de las mayorías, cumpliendo sus fines económico y social y ello se consigue estableciendo las directrices que deben seguir las cooperativas basándose.
En este orden histórico se llega hasta el Congreso de Manchester de 1995, en este Congreso se busca dar vigencia a los principios y adaptarlos a las nuevas tendencias del mercado. “las cooperativas están basadas en los valores de la autoayuda, la autorresponsabilidad, la democracia, la igualdad, la equidad y la solidaridad. En la tradición de sus fundadores, los socios cooperativos hacen suyos los valores éticos de la honestidad, la transparencia, la responsabilidad y la vocación social”
A continuación detallaré algunos valores y sus definiciones para una mayor claridad.
Autoayuda.- Método o sistema de ayuda que uno puede prestarse a sí mismo para mejorar algún aspecto de su conducta o de su personalidad. / se basa en la creencia de que todo el mundo puede y debería esforzarse por controlar su propio destino. Es la confianza en las capacidades y los propios medios de cada uno. Los cooperativistas creemos, además, que la mejor manera de sacarle todo el partido a esas capacidades que cada uno lleva dentro es la asociación con los demás.
Igualdad.- La unidad básica de la cooperativa es el socio y la concepción de socio en las cooperativas es igualitaria. Esto significa ser iguales en derechos por la única razón de ser persona. Esa consideración de la condición humana por básica que pueda parecer no se cumple en las empresas orientadas principalmente en beneficio del capital. En las cooperativas todos los socios tienen la misma calidad de derechos a la hora de votar, de ser informados, de participar de los excedentes, independientemente del capital que hubieran aportado.
Equidad.- Todos participan de la igualdad de oportunidades pero cada uno recibirá en función de lo que aporte, de su implicación. Por ejemplo, a la hora de repartir excedentes en una cooperativa no tendremos nunca en cuenta el capital aportado, sino la “actividad cooperativizada”.
Solidaridad.- Compromiso con los intereses generales del grupo y con los particulares de cada individuo que lo forma. Y lo más importante es que esta actitud solidaria una vez naturalizada dentro de la cooperativa se enfoca hacia el exterior, poniéndola al servicio del bien común, no ya del propio de la Cooperativa, sino del de la sociedad en general.
Vocación social.- Es el valor que cierra el listado de activos cooperativos. En realidad es una consecuencia de la práctica de todos. La acción conjunta emprendida por un grupo para satisfacer una necesidad concreta, no sólo la colma, sino que consigue un efecto extensivo hacia el tejido social en el que se desarrolla, y por acción de la autoayuda, la equidad, y la solidaridad acaba abarcando los intereses que superan los estrictamente societarios, alcanzando intereses generales de la sociedad en conjunto
PRINCIPIOS DEL COOPERATIVISMO
Los principios en los cuales se fundamenta el sistema de economía popular y solidaria son extensivos, sin embargo se puede hablar de aquellos que son básicos, es entonces que la Constitución del 2008 imprime en su contenido la búsqueda del buen vivir y del bien común, que más tarde, sería implementado como Plan de Desarrollo del Ejecutivo; en este caso se parte del solo hecho de pensar y ser consciente que el ser humano por su peculiaridad única en el entorno, se ha hecho merecedor de protección, pero no sólo al ser humano en su individualidad llena de prejuicios, sino avanzando desde el enfoque cooperacional y comunitario, evolucionando el derecho evolucionan las normas que será más una búsqueda ardua por el bien vivir más allá de cualquier bien particular encima del bien común.
El derecho como tal, es un conjunto de principios y normas, generalmente expresivos de una concepción de justicia y orden, que regulan las relaciones humanas en toda sociedad y cuya observancia puede ser impuesta de forma coactiva por parte del Estado. Su carácter y contenido está basado en las relaciones sociales en un determinado lugar y tiempo. El Derecho Cooperativo lo que pretende es que ese ideal de orden y justicia sobreponga cualquier desigualdad social; éste Derecho que tiene como base fundamental al ser humano como sujeto y fin, que conoce la capacidad de las personas por encima de vivir en sociedad estableciendo estándares de armonía y paz social.
Los valores en los que se basa las formas de organización de la economía popular y solidaria, en sus relaciones sociales y actividad económica, se regirán por los valores de justicia, honestidad, transparencia y responsabilidad social y fundaran sus acciones en los principios de la ayuda mutua, el esfuerzo propio, la gestión democrática, el comercio justo y el consumo ético.
Luego de este análisis cabe hacerse la pregunta: ¿Qué principios rigen a la economía popular y solidaria?[1]
Según la Constitución del Ecuador, el sistema económico es social y solidario, y está conformado por los sectores privado, público y popular y solidario. El sector popular y solidario involucra a agentes, actores y sujetos cuyo factor principal de producción es el trabajo, que viven de él para producir, distribuir, comercializar y consumir, y que tienen como objetivo la subsistencia de su unidad económica. Entre ellos, hay agentes sociales que deciden asociarse en perspectiva de cambiar las relaciones socio-económicas del sistema capitalista imperante.
Según Geovanny Cardoso, director general de la CONAFIPS, la economía popular y solidaria (EPS) funciona con un paradigma distinto al de la teoría de la escasez, que mueve al mundo capitalista, que plantea que los recursos son limitados y las necesidades ilimitadas, por lo que hay que acumular para subsistir en el tiempo. El paradigma de la EPS tiene otros principios –dice– que están contemplados en la Ley Orgánica de Economía Popular y Solidaria de Ecuador, que han sido definidos por la Alianza Cooperativa Internacional y que han sido escritos por pensadores como el austríaco Karl Polanyi y el argentino José Luis Coraggio.
El Cooperativismo y sus Principios Básicos
Con base en la experiencia de economía popular y solidaria y de EPS desarrollada en América Latina y Ecuador, Geovanny Cardoso considera fundamentales cinco principios planteados por estos dos autores.
1. La subsistencia de la unidad domestica
Implica la satisfacción de las necesidades de sus integrantes (ya sea familia tradicional, ampliada o comunidad), reconociendo su realidad geográfica y cultural. Las necesidades son de dos tipos y deben ser satisfechas por igual: las existenciales, que tienen que ver con el ser, tener, hacer y estar, y las axiológicas, referidas a la protección, afecto, entendimiento, participación, ocio, creación, identidad y libertad de las personas.
2. La reciprocidad o solidaridad democrática
Es la práctica de aportar con lo que uno puede cuando otros lo requieren, a condición de que el colectivo le apoye a uno con lo que necesite cuando la ocasión se presente. Es un préstamo que implica compromiso, obligación, y no tiene expresión monetaria. Se supera así́ la acumulación individualista, pues la acumulación del colectivo se pone en función de resolver las necesidades existenciales y axiológicas de toda la comunidad.
3. Intercambio libre de equivalentes
Este principio trata de cómo los bienes, productos y servicios producidos en las unidades económicas circulan en la sociedad midiendo su valor por la capacidad de satisfacer las necesidades materiales y axiológicas, más que por el precio expresado en moneda. Las unidades domesticas son las encargadas de generar intercambio de bienes, productos y servicios reemplazando el valor de uso por sobre el monetario.
4. Planificación de lo complejo
La sociedad se organiza desde los territorios, partiendo desde su realidad, para producir los satisfactores que necesite, distribuirlos como corresponda e intercambiarlos con otros territorios, diversificándolos en función de las diferencias existentes en cuanto a valores, costumbres, cultura e identidades. El papel de la autoridad es el de facilitar los procesos de determinación de lo que quiere consumir la sociedad (qué se debe producir y cómo intercambiar), y el del estado, representar democráticamente las necesidades del colectivo.
5. Redistribución
El quinto principio trata de la redistribución de los excedentes a través de la reciprocidad y solidaridad democrática, y apunta a democratizar los factores de producción –capital, tierra y conocimiento– que históricamente se han acumulado en pocas manos. No es lo mismo distribuir que redistribuir. La distribución de los excedentes frena los procesos de acumulación, pero no los elimina. Se da principalmente a través del cobro de impuestos, especialmente a la renta. La redistribución de los factores de producción, por el contrario, apunta al cambio de estructuras económico-sociales.
Con estos cinco principios y teniendo a la solidaridad como condición básica de la economía social y solidaria, concluye Geovanny Cardoso, se puede cambiar el enfoque de la teoría de la escasez que ha generado tanta desigualdad en nuestro país y en el mundo.
Art. 4.- Principios. - Las personas y organizaciones amparadas por esta ley, en el ejercicio de sus actividades, se guiarán por los siguientes principios, según corresponda:[2]
a) La búsqueda del buen vivir y del bien común;
b) La prelación del trabajo sobre el capital y de los intereses colectivos sobre los individuales;
c) El comercio justo y consumo ético y responsable:
d) La equidad de género;
e) El respeto a la identidad cultural;
f) La autogestión;
g) La responsabilidad social y ambiental, la solidaridad y rendición de cuentas; y,
h) La distribución equitativa y solidaria de excedentes.
TIPOS DE COOPERATIVAS
1) Cooperativas de Trabajo
La forman trabajadores, que ponen en común su fuerza laboral para llevar adelante una empresa de producción tanto de bienes como de servicios.
2) Cooperativas Agropecuarias
Son organizadas por productores agropecuarios para abaratar sus costos y tener mejor inserción en el mercado, así compran insumos, comparten la asistencia técnica y profesional, comercializan la producción en conjunto, aumentando el volumen y mejorando el precio, inician procesos de transformación de la producción primaria, etc.
3) Cooperativas de Provisión de Servicios Públicos
Los asociados son los usuarios de los servicios que prestará la cooperativa. Podrán ser beneficiarios de servicios tales como provisión de energía eléctrica, agua potable, teléfono, gas, etc.
4) Cooperativas de Provisión
La integran asociados que pertenecen a una profesión u oficio determinado (médicos, taxistas, comerciantes, transportistas, farmacéuticos, etc.).
5) Cooperativas de Vivienda
Los asociados serán aquellos que necesitan una vivienda, a la cual pueden acceder en forma asociada, tanto por autoconstrucción, como por administración.
6) Cooperativas de Consumo
Son aquellas en las que se asocian los consumidores, para conseguir mejores precios en los bienes y artículos de consumo masivo.
7) Cooperativas de Crédito
Otorgan préstamos a sus asociados con capital propio Cooperativas de Seguros. Prestan a sus asociados servicios de seguros de todo tipo.
8) Bancos Cooperativos
Operan financieramente con todos los servicios propios de un Banco.
EL COOPERATIVISMO EN LA LEGISLACIÓN ECUATORIANA VIGENTE
Las leyes se crearon para normar el comportamiento de las personas, y en este caso respecto de lo que tiene que ver con el derecho societario, que la propia Constitución de la República del Ecuador, siendo la norma suprema del Estado ecuatoriano, contiene en sus normas a este derecho, enmarcándolo en el sistema económico social y solidario, y para su mayor entendimiento se ha creado la Ley Orgánica De Economía Popular Y Solidaria.
A continuación, se hará mención a algunos artículos de gran importancia dentro de las leyes ecuatorianas.
CONSTITUCIÓN DE LA REPÚBLICA DEL ECUADOR
“Art. 283.- El sistema económico es social y solidario; reconoce al ser humano como sujeto y fin; propende a una relación dinámica y equilibrada entre sociedad, Estado y mercado, en armonía con la naturaleza; y tiene por objetivo garantizar la producción y reproducción de las condiciones materiales e inmateriales que posibiliten el buen vivir.”
El sistema económico se integrará por las formas de organización económica pública, privada, mixta, popular y solidaria, y las demás que la Constitución determine. La economía popular y solidaria se regulará de acuerdo con la ley e incluirá a los sectores cooperativistas, asociativos y comunitarios.
“Art. 309.- El sistema financiero nacional se compone de los sectores público, privado, y del popular y solidario, que intermedian recursos del público. Cada uno de estos sectores contará con normas y entidades de control específicas y diferenciadas, que se encargarán de preservar su seguridad, estabilidad, transparencia y solidez. Estas entidades serán autónomas. Los directivos de las entidades de control serán responsables administrativa, civil y penalmente por sus decisiones.”
“Art. 311.- El sector financiero popular y solidario se compondrá de cooperativas de ahorro y crédito, entidades asociativas o solidarias, cajas y bancos comunales, cajas de ahorro. Las iniciativas de servicios del sector financiero popular y solidario, y del micro, pequeñas y medianas unidades productivas, recibirán un tratamiento diferenciado y preferencial del Estado, en la medida en que impulsen el desarrollo de la economía popular y solidaria.”
“Art. 319.- Se reconocen diversas formas de organización de la producción en la economía, entre otras las comunitarias, cooperativas, empresariales públicas o privadas, asociativas, familiares, domésticas, autónomas y mixtas.”
El Estado promoverá las formas de producción que aseguren el buen vivir de la población y desincentivará aquellas que atenten contra sus derechos o los de la naturaleza; alentará la producción que satisfaga la demanda interna y garantice una activa participación del Ecuador en el contexto internacional.
“Art. 394.- El Estado garantizará la libertad de transporte terrestre, aéreo, marítimo y fluvial dentro del territorio nacional, sin privilegios de ninguna naturaleza. La promoción del transporte público masivo y la adopción de una política de tarifas diferenciadas de transporte serán prioritarias. El Estado regulará el transporte terrestre, aéreo y acuático y las actividades aeroportuarias y portuarias.”
LEY ORGÁNICA DE ECONOMÍA POPULAR Y SOLIDARIA
Art. 1.- Definición.- Para efectos de la presente Ley, se entiende por economía popular y Solidaria a la forma de organización económica, donde sus integrantes, individual o colectivamente, organizan y desarrollan procesos de producción, intercambio, comercialización, financiamiento y consumo de bienes y servicios, para satisfacer necesidades y generar ingresos, basadas en relaciones de solidaridad, cooperación y reciprocidad, privilegiando al trabajo y al ser humano como sujeto y fin de su actividad, orientada al buen vivir, en armonía con la naturaleza, por sobre la apropiación, el lucro y la acumulación de capital.
Art. 2.- Ámbito.- Se rigen por la presente ley, todas las personas naturales y jurídicas, y demás formas de organización que, de acuerdo con la Constitución, conforman la economía popular y solidaria y el sector Financiero Popular y Solidario; y, las instituciones públicas encargadas de la rectoría, regulación, control, fortalecimiento, promoción y acompañamiento.
Las disposiciones de la presente Ley no se aplicarán a las formas asociativas gremiales, profesionales, laborales, culturales, deportivas, religiosas, entre otras, cuyo objeto social principal no sea la realización de actividades económicas de producción de bienes o prestación de servicios.
Art. 3.- Objeto.- La presente Ley tiene por objeto:
a. Reconocer, fomentar y fortalecer la Economía Popular y Solidaria y el Sector Financiero Popular y Solidario en su ejercicio y relación con los demás sectores de la economía y con el Estado;
b. Potenciar las prácticas de la economía popular y solidaria que se desarrollan en las comunas, comunidades, pueblos y nacionalidades, y en sus unidades económicas productivas para alcanzar el Sumak Kawsay;
c. Establecer un marco jurídico común para las personas naturales y jurídicas que integran la Economía Popular y Solidaria y del Sector Financiero Popular y Solidario;
d. Instituir el régimen de derechos, obligaciones y beneficios de las personas y organizaciones sujetas a esta ley; y,
e. Establecer la institucionalidad pública que ejercerá la rectoría, regulación, control, fomento y acompañamiento.
IMPORTANCIA DEL COOPERATIVISMO EN LA SOCIEDAD
En los últimos años hemos asistido a una gran transformación de la sociedad como consecuencia de cambios socio-económicos que han influido, por un lado, en la aparición de nuevas actividades económicas que cubran las nuevas necesidades sociales sin comprometer las de las generaciones futuras y, por otro, en el florecimiento de valores en la sociedad que reclaman un comportamiento socialmente responsable por parte de las empresas que contribuya a conseguir un desarrollo económico, social y medioambiental, sostenible y responsable.
Al hablar de los valores del cooperativismo, ya hemos visto algunas ventajas como la toma de decisiones democrática, de forma que se logra un consenso elevado que facilita la comunicación entre los socios, puesto que cualquier asunto debe ser tratado de forma conjunta.
Además de lo anterior, en algunos casos las cooperativas pueden beneficiarse de ventajas fiscales y de programas gubernamentales que les aporten financiación.
Todas estas ventajas han supuesto que las cooperativas aumenten en muchos lugares como América Latina para demostrar que es posible otra forma de comercio, el comercio justo, y para apostar por el cuidado del medioambiente con la agricultura ecológica y sostenible.
En este contexto, la importancia de las sociedades cooperativas consiste en que sonun medio para contribuir al desarrollo sostenible, en la medida que su actividad se fundamenta en la utilización de recursos propios de la zona, por su naturaleza económico-social son apropiadas para generar empleo, y funcionan de forma socialmente responsable, conforme a unos valores y principios cooperativos.
El cooperativismo, por lo tanto, es una forma diferente de entender la realidad y de ver el mundo desde un prisma más humano y solidario.
ESTADÍSTICAS
La economía popular y solidaria desde la vigencia de la Constitución de la República ha visto el renacer de un mañana lleno de esperanzas; el Estado ecuatoriano, ha emprendido desde el 2008, un pacto de igualdad destinado a los sectores vulnerables del país. Es así que el Estado busca medidas de acción afirmativa para la erradicación de la desigualdad real; sin embargo, en cifras se desvelará la verdadera máscara de este sector que su interés no solamente radica en la equidad; sino avanza hacia un nuevo modo de vida digna que toda persona se propone a alcanzar.
Casi la mitad de la población mundial vive con menos de USD 5,50 al día. “Pese a la disminución de la pobreza extrema, según mediciones más amplias, miles de millones de personas aún tienen grandes dificultades para satisfacer necesidades básicas”El progreso económico en el mundo muestra que, si bien hay menos personas que viven en la pobreza extrema, casi la mitad de la población mundial, es decir, 3400 millones de personas, aún tiene grandes dificultades para satisfacer necesidades básicas, según el Banco Mundial.
Vivir con menos de USD 3,20 al día refleja las líneas de pobreza en los países de ingreso mediano bajo, mientras que USD 5,50 al día representan el parámetro en los países de ingreso mediano alto, según lo señalado por el Banco Mundial en su informe bienal titulado Poverty and Shared Prosperity 2018: Piecing Together the Poverty Puzzle (La pobreza y la prosperidad compartida 2018: Armando el rompecabezas de la pobreza). La proporción de la población mundial que vive en la pobreza extrema bajó al 10 % en 2015, pero el ritmo de reducción ha sido más lento, advirtió el Banco el 19 de septiembre.
Entre junio de 2017 y junio de 2018, la pobreza por ingresos a nivel nacional se incrementó 1,4 puntos porcentuales, de 23,1% a 24,5%; variación no significativa en términos estadísticos al 95% de confianza. A nivel urbano la pobreza por ingresos varía 1,2 puntos, de 14,6% a 15,9%, variación no significativa estadísticamente. En el área rural la pobreza por ingresos se incrementó́ en 2,0 puntos porcentuales, de 41,0% a 43,0%; esta variación tampoco es estadísticamente significativa.
La labor llevada a cabo por Cepes ha hecho que la economía social y solidaria sea más practicable, visible, creíble y tenga una organización que plantee propuestas y dialogue con los poderes del Estado. Es decir, las prácticas de economía social están más relacionadas con las empresas que con el Estado. Este es quizá uno de los aspectos más importantes a tomar en cuenta a la hora de encontrar respuestas sobre el éxito de esta organización.
Respecto al empleo, se dice que la EPS genera entre el 50% y 65% de este, y solo en el año 2016 propició 100 mil empleos. Si se extrapola estos datos, se verá que en aquel año la tasa de desempleo fue la más alta de los últimos siete años. Es decir, el año 2016 fue el de mayor desempleo desde el año 2010, con un 5,35% según datos del INEC.
Consecuentemente, se observa una disminución del empleo pleno y un aumento del subempleo.
En el gráfico anterior, se visualiza que el año 2016 fue el de menor tasa de empleo pleno de los últimos siete años, con un 40,3%. Resultado de ello, se tuvo la tasa de subempleo más alta con un 18,1% en el mismo período. Si se suma la tasa de subempleo y la de empleo no pleno, se encontrará que el año 2016 fue el de mayor índice con un 44,2%. Por tanto, ¿de qué aporte al empleo se habla por parte de la Economía Popular y Solidaria el año 2016 y anteriores? La respuesta es ninguno.
Cambios regulatorios e institucionalidad de la EPS en el Ecuador
La pirámide de Kelsen es un instrumento gráfico muy válido al momento de jerarquizar el ordenamiento jurídico de un país. Sobre la base de este modelo, a continuación se presenta y analiza el marco legal que rige al sector de la economía popular y solidaria ecuatoriana desde el año 2008. En primera instancia consta la Constitución de 2008, luego se encuentra el Código Orgánico Monetario y Financiero de 2014, la Ley Orgánica de Economía Popular y Solidaria de 2011, el Reglamento a la Ley Orgánica de Economía Popular y Solidaria de 2012, y finalmente las Resoluciones de Junta Política y Regulación Monetaria y Financiera, tal como se aprecia en el gráfico 4. Posterior a ello, se enunciará la institucionalidad creada en estos años en torno a la Economía Popular y Solidaria (EPS).
La última variable corresponde al PIB. Se dice que los activos de la economía popular y solidaria representan entre el 10% y el 12% de este. Si el 2016 fue el de la EPS, se entiende que el PIB debió experimentar un aumento. Sin embargo, en abril de ese año el país sufrió un terremoto que afectó este indicador (ver gráfico 17). A esto se suma ―la caída del precio del petróleo, la apreciación del dólar, y contingentes legales que afectaron al desempeño de la actividad económica‖ (El Telégrafo 2017). Por tanto, si bien no puede decirse que la EPS fue la culpable de la disminución del PIB, tampoco puede afirmarse que un buen desempeño de esta refuerce en gran medida a este indicador. Una afirmación más apegada a la realidad podría ser que la EPS es un sector marginal y se encuentra muy por debajo de las variables mencionadas, pero, sobre todo, de los impactos externos. Cabe mencionar que ―la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL) y la Organización Internacional del Trabajo (OIT) advirtieron que el desempleo en América Latina y el Caribe aumentaría en 2016 por el deterioro económico regional‖ (El Telégrafo 2016).
Como puede observarse, existe una infeliz coincidencia, desde que entró en vigencia la Ley Orgánica de Economía Popular y Solidaria en el 2011, con la disminución paulatina del PIB hasta el 2016. No se sugiere que este modelo haya sido el causante de aquello, más bien se acota que el momento coyuntural económico para la entrada en vigencia de la EPS fue infortunado y poco apropiado. Quizá con otra evolución macroeconómica, los resultados podrían haber sido distintos.
Realizado por:
Ab. Frank Editson Castillo Ramírez
Abogado Litigante
Estudio Jurídico Castillo
Cel. 0983592030
Loja-2019
[1]Corporación Nacional de Finanzas Populares y Solidarias. Seminario de las finanzas populares y solidarias. Mayo 5 de 2017 - N° 67 [2] Ley Orgánica de Economía Popular y Solidaria [3] Comunicado de Prensa. Banco Mundial. Octubre 17, 2018 [4] Instituto Ecuatoriano de Estadísticas y Censos. Reporte de pobreza y desigualdad – Junio 2018. Coordinación General de Innovación en Métricas y Análisis de la Información Espero, su criterio para abrir el debate, salvo su mejor gnosis...
Cómo citar su articulo? Espero su respuesta Abogado, gracias.
Estos son temas que se debe publicar, muy bueno el artículo