“con el triunfo de la batalla del Pichincha, los ecuatorianos dejamos de ser esclavos, pero nunca aprendimos a ser libres” ( Vicente Rocafuerte, 1783 – 1847, pensador y ex presiente del Ecuador)
Es importante conocer la historia para entender el comportamiento humano de manera individual y social, de esta manera evitaremos cometer los mismos errores del pasado y tomar decisiones correctas.
Con el triunfo de la revolución liberal de 1895 y las dos administraciones presidenciales, no consecutivas, del General Eloy Alfaro, que concluyeron en 1911, el Ecuador vivió un periodo de progreso físico y social que parecía colocar al país en la vía del desarrollo sostenido y el bienestar colectivo, pero las élites de derecha, aprovechando la traición del presidente Leónidas Plaza, que prometió continuar con las políticas de Alfaro y en complicidad con la prensa se dedicaron a desprestigiar la administración de Alfaro y lo acusaron de corrupción y de robo de los fondos públicos, envenenaron al pueblo con su discurso de odio hasta conseguir que una turba confundida arrastre y queme a Eloy Alfaro en la terrible hoguera bárbara el 28 de enero de 1912.
Los gobiernos siguientes llevaron al país a una crisis tan grande que en octubre de 1922 el pueblo inicio una gran movilización que termino con la gran masacre obrera del 15 de noviembre el mismo año. Cientos de cadáveres tirados al rió y en fosas comunes. Algo se consiguió, pero dada la gran represión militar no se pudo derrocar al presidente Tamayo, en 1925 el presidente Córdova pretendió seguir con las mismas políticas, hasta que un grupo de jóvenes militares patriotas se rebelaron contra la tiranía y se tomaron el poder que luego le entregaron al médico Isidro Ayora Cueva que gobernó desde 1926 a 1931 impulsando la décimo tercera Constitución y enrumbando el país por el camino de la institucionalidad y el respeto a los derechos.
Hoy vivimos una situación muy parecida, donde se hace indispensable la reacción del pueblo ante tanto desgobierno, pero también hay que recordar la brutal represión que sufrimos el mes de octubre cuando el pueblo se levantó ante los abusos y la corrupción del régimen. No quiero decir que el pueblo no deba esperar ahora que, como en la revolución juliana, se vea un despertar patriótico de los militares, pero también debemos saber que no siempre están a la altura de las circunstancias por lo que es el pueblo el que debe tomar conciencia y organizarse para ser protagonista de su propia defensa y soberanía, ante los atentados, ataques y traiciones que siempre existirán como nos enseña la historia.
Realizado por :
Frank Editson Castillo Ramírez
Abogado Litigante
Estudio Jurídico Castillo
22 de julio del 2020
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