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ACCIDENTE EN EL PUENTE DE LANDANGUI

Actualizado: 7 mar 2023



Frank Editson Castillo Ramírez
Frank Editson Castillo Ramírez

Las costumbres son parte de la historia de todo un país, dentro de nuestro calendario al inicio del año todos los ecuatorianos ya tenemos planificado las festividades anuales, esto es conocer desde el inicio las fechas importantes de cada Provincia, Cantones y Parroquias y así los días feriados y cívicos a nivel nacional.



Todos de una manera simultánea planificamos vacaciones, paseos, bailes, fiestas, visitas familiares, viajes a la playa que es lo más común, y luego tenemos lugares turísticos cercanos donde las fiestas son muy celebradas sea esto por conciertos y otro tipo de juegos que motivan a las personas que se encuentran en zonas de la sierra, conocidas por su clima frió y húmedo.





Frank Editson Castillo Ramírez
Fiestas de Carnaval en Ecuador

En una fecha tradicional donde todo el ecuador celebra las fiestas del carnaval, transcurría el mes de febrero del año 2016, la camaradería y los compañeros de trabajo programamos una reunión con todos, esto con la finalidad de compartir, disfrutar, jugar y degustar una comida reunidos como una gran familia, es natural que por situaciones de trabajo no todos podían estar presentes por los turnos del horario de trabajo, porque salen de viaje con sus familiares, en fin un sin número de ocupaciones personales; el día sábado 06 febrero del 2016, todos nos dimos cita a una hostería cerca de Landangui, había un programa a seguir para la mañana, medio día y tarde, de llegada un desayuno, luego venían los juegos recreativos tanto de mujeres como de varones, el tema principal era el lunch como plato fuerte general para todos los participantes, algo que siempre recordaré es que todos teníamos una sola categoría amigos y compañeros de trabajo, nos olvidamos de rencores o distanciamientos, sean estos por trabajo, política, equipos de fútbol, o de faldas, bueno lo último es solo un decir; todos pasamos un momento agradable, compartimos la mesa todos como una verdadera gran familia, pues recordemos que los compañeros de trabajo son nuestro segundo hogar por el motivo que pasamos más tiempo en el trabajo que con la familia, esto es la ley de la vida, compréndase que compartimos más tiempo con los compañeros de trabajo; aquí algunos compañeros procedieron a retirarse por sus responsabilidades y compromisos; y, todos participamos del espíritu del carnaval, nadie se salvó de estar empapado así sea para retirarse, no podía faltar el baile tradicional por la tarde para finalizar el encuentro y como buenos ecuatorianos también se destapo algunas cervezas para el calor y sed de los jugadores.


Dentro del desarrollo de un partido de ecuavóley sucedió un pequeño accidente con un compañero que se golpeó en un filo de cemento su rodilla izquierda por sacar una bola, que comprometía un poco de esfuerzo, ventaja tener un hospital a diez minutos el “Hospital Vilcabamba” donde le suturaron dos puntos. La mayoría de los compañeros vivían en la ciudad de Loja, pocos se quedarían hasta el final, como en toda fiesta fuimos quedando pocos, en mi caso particular era mi idea quedarme en una hostería del sector para viajar al día siguiente después de saborear los famosos sancochos de chanco y su respectiva fritada, además ya estaba emocionado y alegre en el baile con un trago denominado “quita calzón”. Aquí algunas canciones de amor se cantaron a todo pulmón “Que cuando hacemos el amor nos comemos vivos” y se comentaron algunas historias más, detalles que no mencionaré.


Frank Editson Castillo Ramírez
El auto Suzuki

Mientras estábamos compartiendo del baile y las historias románticas, sucedió lo que siempre pasa en esta temporada del año, el invierno puro se hizo presente en aquella fiesta con un lluvia fatal y feroz que del piso se levantaba las gotas de agua por la fuerza y presión al estrellarse, nosotros dentro de la pista de baile seguimos de fiesta, hasta que la mayoría decidió viajar a la ciudad de Loja, solo quedaron dos carros un suzuki y nissan además estábamos siete personas tres mujeres y cuatro varones, bueno mi persona no era cuenta mi objetivo era quedarme hasta el día siguiente, dos varones fueron al suzuki escuchando algo chistoso que ese carro no llegaría a Loja, vinieron hasta mi dos chicas para obligarme a subir al auto, yo estaba dispuesto a quedarme por dos razones una es que estaba efusivo y otra quería un sancocho al día siguiente para el chuchaqui, en fin fiesta es fiesta.



Nunca sospeche ni por intención que esta historia cambiaría, la lluvia era ya un presagio, estas dos mujeres, me convencieron con una cerveza para el camino, engañándome que en Loja la fiesta continuaba, me senté en la parte izquierda de atrás con dos chicas, al frente estaba el conductor y una copiloto cinco tripulantes en el carro nissan, y los varones en el suzuki, salió primero el carro nissan y nos seguía el suzuki, el chófer activó las plumillas ya que el agua bajaba por el parabrisas como una creciente, tapando toda la visibilidad, se sumaba también la oscuridad de la noche, al llegar al puente de Landangui, la vía te obliga a girar por completo para no salirte de la carretera, el agua y la noche realizaron su trabajo no permitieron que el conductor logre visibilizar el giro a mano izquierda y el carro continuo recto y fue al abismo, debajo del puente.


Frank Editson Castillo Ramírez
Ilustración de la caída

Solo unos gritos se escucharon, hasta que el agua y el cauce del río amortiguaron la caída del vehículo que es de aproximadamente unos 15 metros de alto o más, toda la lluvia de la tarde y la noche hicieron que el río aumente su caudal de una manera exorbitante, que el carro se envolvió como en una ola y lo hizo girar tres veces, cruzándolo por debajo al puente, quedando el mismo atrapado en una gran roca que lo sostuvo ante tal caudal, las luces quedaron encendidas, mientras tanto por dentro del vehículo se llenó de agua total que nos podía ahogar, me tome unos cuantos litros de agua y escuche que gritaron abran la puerta hasta que logre abrirla con los pies de un golpe, esta se abrió y por un casi me lleva la corriente me logré agarrar del filo de la puerta con una mano, esta parte no la puedo explicar el instinto de supervivencia y la emoción de temor y peligro se agudizan en el pánico interno que en segundos estuve sobre la capota del carro, mire a todos lados, pensando de una manera egoísta, en salvar mi vida, mientras mis compañeros no podían salir, esto sucedió en fragmentos de segundos, hasta que vi a mi compañero a la orilla, solo nos quedaba gritar y le pedí ayuda para todos salir del peligro, aquí se rompió los dos puntos que le cogieron en la rodilla al resbalar por el lodo, el salió a la calle a pedir auxilio con el otro compañero, gritaba y gritaba a esa hora de la noche solicitando ayuda, mientras tanto los que estábamos debajo del puente, el carro estaba a punto de ser llevado por la corriente, todos sentían miedo y entraron en pánico, procedí a sacar a una compañera que no podía nadar, lo hice por la ventana del lado derecho del carro, luego rompí el soom room y ayude a salir a la chica que estaba como copiloto, el chófer también salio, una de ellas gritaba que le ayuden y estaba sangrada la cara, no se lograba descifrar que pasaba una pierna estaba embozada entre el asiento delantero, solo podía gritar para no se durmiera hasta que llegue ayuda y se quede con nosotros, recuerdo claramente que le dije a una compañera que tenía el semblante del miedo en su cara por lo sucedido y además de no poder nadar, le dije con un tono de vos seguro “no te voy a soltar la mano”, me miro a los ojos y sentí que confió en mí y que todo volvería a la normalidad.


Frank Editson Castillo Ramírez
Ilustración como quedó el auto

Para salir del puente teníamos un problema era muy alto y las orillas estaban inundadas, las personas del sector Landnagui unieron sus esfuerzos y denotaron su alto espíritu de solidaridad que salieron ayudarnos a pesar de la lluvia prominente, estaban uniendo dos escaleras con sogas, para ayudarnos a salir; nosotros seguíamos bajo el estruendoso y caudaloso río, que demostraba su furia al mover el carro como un cascaron de huevo, el temor y el pánico se apoderó de mi compañero de viaje que intento votarse al río a morir, escuche desde arriba que me gritaron cógelo y lo avance a sujetar de una mano, tuve que mantener una adrenalina que se fue por completo el miedo en mi persona, para que vuelva en razón le di dos bofetadas y se tranquilizó sentándose en una esquina ya que yo sujetaba a dos chicas de la mano, como lo explique antes, la unidad del pueblo hizo que la ayuda llegase urgente de igual manera llegó el ECU 911.


Frank Editson Castillo Ramírez
Escalera de Bambú

Bajaron dos escaleras que estaban unidas por ataduras para poder rescatarnos, junto con una soga para amarrar a la persona que sería rescatada, es así que inició el rescate, al regresar a ver hacia arriba en el puente se vio un mandil blanco de una médico que ha tenido guardado el celular en el bolsillo a la altura del corazón y se le cayó al rió, teléfono nuevo que era acuático, salió primero una compañera que le atamos de la cintura y le ayudamos a subir con temor que no resista la atadura en el centro de la escalera, luego salió la compañera que estaba en la puerta trasera del carro, se le amarro y subió por la escalera, nuestra compañera de mas edad, estaba golpeada y con sangre en la cara se encontraba con su pierna izquierda apretada entre el sillón delantero, tuve que bajar dentro del carro y ayudarle a subir al capó del carro para ayudarle a salir por la escalera, no podía caminar y estaba bastante debilitada, temíamos que no soporte la escalera ya que subía con ella para ayudarle, luego regrese al capó y lo amarre de la cintura a mi compañero que era el dueño y chófer del carro, espere por que llegue mi turno y salí al puente, ya a salvo en la ambulancia parecía que hubiesen pasado horas y esto sucedió en un lapso de quince minutos que parecieron una eternidad, fuimos llevados en la ambulancia hasta el hospital para ser atendidos por emergencia.


Luego de ser rescatados del famoso puente de Landangui el carro fue arrastrado por la corriente del río hasta por más de dos kilómetros, quedando en total destrucción el vehículo, por los golpes contra las rocas y la fuerza de la velocidad del agua, no creo en la divinidad pero fuimos restados a tiempo porque unos minutos más y éramos quien en vida se llamó, esta historia nunca se hubiese contado, como lo relatado en líneas anteriores, que viví en carne propia.





Por otro lado algo que es fuera de serie, que sobre pasa la brutalidad humana, estaban los Agentes de Tránsito, preguntando quien era el conductor para llevarlo detenido por una supuesta contravención de tránsito, veían la magnitud del problema pero ellos querían detener al conductor, estos agentes no ayudaron en nada hasta donde supe por comentarios de los moradores del barrio Landangui, estos agentes de tránsito nos siguieron hasta el hospital, vaya parodia de la vida en vez de ayudarnos a salir querían sacar provecho deteniendo a una persona, tanta crueldad y deshumanidad de estas autoridades de tránsito.


Por el diario de mayor circulación de la localidad, la Hora publicaron que nos han rescatado los bomberos eso fue lo último en mentiras por medio de la prensa local, los bomberos nunca aparecieron por el sector, pero los hacen figurar como los salvadores de un accidente donde no estuvieron presentes, en el diario se hacen constar nuestros nombres, debo indicar que se ha omitido detallar nombres por respeto a la integridad personal, pero si aclaro que este relato lo viví en persona.


Se puede decir que fue un accidente con suerte, solo hubieron heridas leves y hematomas no muy graves, bueno no pueden faltar pérdidas materiales dinero mochilas ropa, tarjetas de crédito, esta historia tal vez ya no recuerden las personas, que vieron esto pasar, o tal vez mis compañeros ya no quieren recordar estos momentos de tristeza, pero puedo decir que esta tristeza me hace recordar que cada experiencia debe generar un aprendizaje, motivador para lograr objetivos más retadores en cada una de nuestras vidas, estos acontecimientos son parte de nuestras vidas y forjan cada detalle realizado por nosotros, modo que da derecho a decir con valentía que estamos vivos y tenemos una misión más que cumplir, esta parte de mi vida me hace reflexionar y entrar en resiliencia por que nos permite que después de superar la crisis emocional del pánico y del miedo vivido por el accidente, QUE NOS HIZO SENTIR LA MUERTE DE CERCA, convirtiéndonos en personas con carácter más fuerte y nos enseña a enfrentar la vida en momentos buenos y malos, con el gusto de disfrutar la vida en su día a día.


Continuará…


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14/10/2019










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